domingo, 27 de enero de 2013

LA DICTADURA DE MIGUEL PRIMO DE RIVERA



http://www.slideshare.net/tamames/power-point-historia-dictadura-primo-de-rivera

POLÍTICA:

      Al terminar la 1ª GM se produce en España: 

 1º.- Una tardía revolución industrial que crea una gran burguesía gracias a las industrias textiles en Cataluña y siderúrgicas en el País Vasco. 
 2º.- Toma de conciencia del proletariado como grupo reivindicativo.

      El terrorismo de uno y otro lado sacuden el país. El gobernador civil, Martínez Anido, pone en práctica la Ley de Fugas. En 1921 unos anarquistas de la CNT asesinan al presidente del Consejo de Ministros, don Eduardo Dato. Continúan los asesinatos por unos y por otros. 


Asesinato de Eduardo Dato

      A la inseguridad ciudadana se le une la sangría de la guerra de Marruecos, hasta el punto que los soldados del Regimiento de Navarra se niegan a embarcar. Además está el expediente Picasso, relativo a las responsabilidades por el desastre de Annual. 

      Ante tal situación , el 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña don Miguel Primo de Rivera, desde la capitanía de Barcelona convoca a los diarios y les entrega una nota en las que expone los problemas que necesitan solución: terrorismo, inflación, desórdenes financieros, propaganda comunista, impiedad, agitación separatista y el problema de Marruecos. Con ello justifica el golpe, además apenas hay oposición, salvo por los la CNT y y el Partido Comunista. 1923 cierra el ciclo de la Restauración y da paso a 7 años de profunda transformación de España. La Dictadura de Primo de Rivera tiene un carácter regeneracionista.


       Los “felices años 20” en España se caracterizan por: 

        1º.- Una intensa reforma de la administración local ideada por excelentes administrativistas como Calvo Sotelo. 
         2º.- Nueva concepción de la política económica caracterizada por el proteccionismo: aparecen los monopolios como Telefónica, Campsa y Tabacalera, se mejoran notablemente las infraestructuras y se crea la Confederación Hidrográfica. El PIB y la Renta per Cápita crecen notablemente. Es una época de estabilidad económica. 
         3º.- Desde el punto de vista social, la situación de la mujer mejora notablemente, curiosamente el Estatuto Municipal, promulgado el 8 de marzo de 1924, otorgaba por primera vez el voto a las mujeres y les daba la posibilidad de ser elegibles. Por otra parte es un periodo de paz social, aparecen los sindicatos verticales, se crea la Seguridad Social, el seguro de maternidad y el subsidio a familias numerosas 
          4º.- Ser un periodo de efervescencia intelectual: en esta etapa conviven la generación del 98, arrastrando su pesimismo ante España, con Unamuno, Valle Inclán, Pío Baroja, Azorín, Machado, y otros, la de 1913, con Ortega y Gasset, Azaña, D’Ors, Sánchez Albornoz, etc. y la del 27, con Pedro Salinas, Guillén, García Lorca, Ramón J. Sender, etc. 

    La Dictadura se divide en dos etapas, la del Directorio militar (1923-1925) y la del Directorio civil (1925-1930) 

     El Directorio Militar con poder ejecutivo estaba formado por 9 generales de brigada y un almirante. Se suspende la Constitución, se disuelven los ayuntamientos, se prohíben los partidos políticos y se declara el estado de guerra. Se disuelven las Cortes y se prohíbe toda lengua que no sea el castellano. Su política represiva con el anarquismo y el comunismo y el que mejore la situación económica favorece la disminución de la agitación social. Aprueba el Real Decreto Ley de Reclutamiento y Reemplazo del Ejército, por el que se reduce el tiempo del Servicio Militar y establecen incentivos para ingresar en la Escala de Complemento de la Oficialidad. 


       En 1925 se establece el Directorio Civil formado por tecnócratas. Por otro lado se crea la Unión Patriótica, formada por hombres del entorno ideológico de Maura, del cristianismo social y del catalanismo regionalista y moderado. 




         El 5 de septiembre de 1926 publica el manifiesto al país en el que resume su concepción de Estado: “Fracasado el Sistema Parlamentario en su forma actual... nadie que no estuviera loco pensaría en restablecerlo en España... el Gobierno y la Unión Patriótica tienen la concepción de un Estado de nueva estructura... célula principal de la Nación ha de ser el Municipio y de él, la familia, con sus rancias virtudes y su moderno concepto ciudadano. Núcleo, la provincia, y vértebra principal que dirija todo el Sistema, el Estado...” 

        En 1927 se convoca la Asamblea Nacional, se abole el sistema liberal y se ataca a los viejos partidos, lo cual provoca que los políticos monárquicos se opongan a Primo de Rivera. A partir de este momento se producen una serie de importantes reformas que supondrán la modernización del país: Calvo Sotelo presenta el proyecto sobre el nuevo régimen local, anticaciquil y democrático, que incluía: representación proporcional, voto de la mujer, supresión de los recursos gubernativos, autonomía municipal plena, desaparición de concejales interinos y alcaldes de Real Orden, Carta municipal.... Decreta la Legislación del Trabajo, la Ley del descanso nocturno de la mujer obrera, el seguro de maternidad, el fondo de garantía de accidentes de mar, el retiro obrero, la cración del tesoro del emigrante, el fomento del Instituto Nacional de Previsión y la creación de subsidios para las familias numerosas; pero su obra más destacada fue la creación de un sistema corporativo cuyos pilares estaban constituidos por dos Decretos-Ley: el Decreto-Ley de Organización Corporativa Nacional publicado en 1926 y el Decreto-Ley sobre Organización Corporativa de la Agricultura del año 1928. 

      Su concepción del Estado se caracteriza por ser intervencionista en temas sociales, porque el Estado debe velar por el bien común y porque el Estado se vertebra por medio de corporaciones profesionales (especie de sindicato vertical). 

       En la última etapa, Primo de Rivera es consciente de la oposición que presentan la Universidad, los intelectuales, los republicanos, los sindicatos, el nacionalismo radical catalán y el descontento de una parte del Ejército, por lo que pregunta a la cúpula militar si siguen confiando en él, ante la negativa, presenta su dimisión en enero de 1930. 

       Marruecos y la política exterior

      Tras la pérdida de las colonias americanas y de Filipinas a España sólo le quedaba África, por lo que orienta la política exterior a mantener buenas relaciones con las potencias europeas. 

     Al principio Primo de Rivera es partidario de abandonar Marruecos para dedicar todos los recursos en mejorar la situación de España. Negocia con Gran Bretaña el cambio de Ceuta por Gibraltar e intenta llegar a un acuerdo con Abd el-Krim para el cese de hostilidades. Pero poco después, ante las circunstancias, cambia de parecer. 




Abd el-Krim

       En 1923 tiene lugar la Conferencia de Londres en la que Gran Bretaña aboga por la internacionalización de Tánger. 
       En 1924 en la Conferencia de París se llega al Acuerdo provisional sobre Tánger. 


      
Protectorado español en Marruecos

Primo de Rivera opina que era precisa la colaboración militar y política entre Francia y España, pero Francia no está de acuerdo. El General se desplaza personalmente a Marruecos en 1924 y asume el mando de las operaciones. Afianza las plazas de Melilla, Ceuta, Tetuán y Larache en lo que se denomina la “Linea de Primo de Rivera”. Negocia con Abd-el –Krim la liberación de prisioneros. Ante el repliegue español, Francia se alarma por entender que sus fronteras quedan desprotegidas y exhorta a los otros países a que revisen los Tratados, pero Gran Bretaña opina que España está en su derecho de ocupar la zona que quiera de su Protectorado. 

      En 1925 se celebra en Madrid la Conferencia hispano-francesa, los españoles tratan de modificar el Estatuto de Tánger a cambio de ventajas a Francia en el Protectorado español, pero ni Francia, ni Gran Bretaña quieren tocar el Estatuto de Tánger. En septiembre tiene lugar el desembarco de Alhucemas, en el que intervienen 13.000 soldados, el Tercio, artillería, tanques, acorazados, cruceros, portahidroaviones, navíos menores y aviones. Primo de Rivera estudia detenidamente las causas del fracaso del desembarco aliado en Gallipoli durante la 1ª GM con el fin de evitar otro desastre. La operación es un éxito, incluso en el futuro la táctica será estudiada por Eisenhower para trazar el desembarco de Normandía.




 Desembarco de Alhucemas

        En 1926 se firma en Madrid el Convenio de Cooperación hispano-francés en el norte de Marruecos por el cual, una vez que se tomen posiciones, los españoles las afianzarán y someterán a Abd-el-Krim, acordando con los rifeños el desarme, la entrega de prisioneros el sometimiento al Sultán y el alejamiento de la residencia de Marruecos. Pero en la Conferencia de Uxda los rifeños no admiten estas condiciones. Los franceses y españoles toman Targuist y Abd el-Krim se rinde incondicionalmente. Triunfo que Primo de Rivera aprovecha para solicitar un puesto permanente en la Sociedad de Naciones reivindicando el derecho sobre Tánger. 



LA SOCIEDAD



En política social, el general Primo de Rivera tenía opiniones convencionales y paternalistas, y su objetivo nunca fue llevar a cabo una transformación radical de tipo social.
Para poder tener una visión de la sociedad y qué reformas se llevaron a cabo durante la Dictadura de Primo de Rivera hay que distinguir cinco apartados.

1º) El primero de ellos sería la paz social. En lo referente a la política social existían dos líneas: una de ellas propugnaba una política social como elemento de represión y de control social, y la otra línea política consistía en ejercer un papel regulador y de arbitraje en los conflictos sociales.

Para mantener la tranquilidad en las calles, la Dictadura de Primo de Rivera le ofrece al sector reformista, representado por el PSOE-UGT, a cambio de su consentimiento para que el general ejerza el poder político y de la renuncia a la oposición, el mantenimiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora urbana; la eliminación de la competencia sindical real, con la represión de la CNT, a la que cerró muchos de sus locales y periódicos y también marginó a los sindicatos católicos; y una posición privilegiada de representación en los comités paritarios. Otro de los factores que influyó para que durante la Dictadura se mantuviera la paz social fue la sensación de autoridad que emanaba de las autoridades, así como el cansancio de la sociedad por la práctica del terrorismo por parte de los anarquistas. Además el Régimen se benefició del auge de la economía a nivel mundial.



En 1924 se promulgó la creación del Tesoro del Emigrante y la Dirección General de Emigración. En 1926 apareció el Código de Trabajo, aunque no llegó a realizarse por completo. Este mismo año se aprueba el subsidio de familias numerosas y en 1929 el seguro de maternidad.

Aunque la labor social más importante de la Dictadura, y quizá la gran responsable de que existiera una paz social durante este periodo, fue la creación de los comités paritarios, unas células primarias de la organización corporativa. En un segundo nivel estaban las comisiones mixtas provinciales y por último el órgano superior constituido por los consejos de la corporación de cada oficio. La representación de patronos y obreros era igual en cada nivel y la presidencia la ejercía una persona nombrada por el gobierno. Aunque hubo una mejora en las condiciones de trabajo, conseguida a través de la negociación, los mayores beneficios con los que contó  la clase obrera fue consecuencia de la estabilidad en el empleo y la extensión de la seguridad social.

Durante la Dictadura la familia obrera urbana tuvo un nivel de vida estable, pero la crisis financiera de 1929 puso de manifiesto la principal dificultad del Régimen: hallar el modo de financiar los planes sociales y de desarrollo sin provocar el rechazo del mundo de los negocios y los terratenientes.

2º) El segundo apartado sería la sanidad. En reglamentos y órdenes promulgados durante las dos primeras décadas del siglo XX se aprobaron las bases generales para la higiene. Dichas bases se limitaban a las corporaciones locales y centralizaban las normativas  sanitarias. Este proceso culmina durante los años de la Dictadura mediante el Reglamento Municipal de Sanidad aprobado por Real Decreto en febrero de 1925.

Un mes después se publica el Estatuto Provincial que imponía a las Diputaciones la obligación de crear y mantener un Instituto de Higiene. También este año se aprueba, gracias al Estatuto Provincial, el Reglamento de Sanidad, por el que se fusionan todos los organismos sanitarios de ámbito provincial en un único Instituto Provincial de Higiene.
La tarea de estos Institutos consistía en organizar núcleos sanitarios o circunscripciones sanitarias para poder atender de manera más eficaz a las distintas poblaciones.

Aunque este programa era ambicioso, la realidad fue que no respondió a las previsiones de las normativas ni al modelo de actuación diseñado.

En 1927, muchas diputaciones provinciales aún no habían puesto en marcha los Institutos y los ya existentes se limitaron a realizar campañas de prevención y defensa contra las enfermedades evitables.

3º) Otro apartado a tener en cuenta es la demografía. Durante los años de la Dictadura, y como consecuencia de las mejoras económicas, laborales y sanitarias, hubo un cambio demográfico importante.

La población española durante la década de los años veinte creció por encima de un uno por ciento anual. Este crecimiento se debió a una mejor alimentación y a las condiciones de higiene y sanidad. Desde 1920 hasta el fin de la Dictadura, tanto la tasa bruta de mortalidad como la de mortalidad infantil descendieron alrededor de un 28% y la esperanza de vida pasó de 40 a 48 años en los varones y de 42 a 52 en las mujeres.

Otro factor que tuvo influencia en el crecimiento de la población fue el descenso de la emigración exterior. Sin embargo hubo un aumento de las migraciones interiores y un crecimiento urbano debido a una demanda de trabajo como consecuencia de los  progresos de la industrialización en algunos núcleos de la península. La población empleada en la industria y los servicios sobrepasó por primera vez a la del sector primario. Por este motivo el volumen de desplazamientos interregionales fue bastante superior a  las migraciones internacionales.

4º) El cuarto capítulo importante en la Dictadura de Primo de Rivera fue el de la educación. A pesar de que el Régimen contó con el apoyo casi unánime de la Iglesia, el gobierno de Primo de Rivera comenzó una política de revitalización estatal de la enseñanza primaria, aunque la Iglesia acabó controlando el sector, ya que se introdujeron en la escuela estatal los valores religiosos, y a la vez se permitió el crecimiento de los centros religiosos privados.

Como los principios fundamentales de la ideología de Primo de Rivera eran el nacionalismo español y la religiosidad católica, entendía que la educación debía ser religiosa y patriótica. Por este motivo se aprueba un decreto en 1924 por el que se ordenaba destituir a cualquier maestro que enseñara a sus alumnos doctrinas opuestas a la unidad de la patria u ofensivas para la religión. De hecho las peticiones para abrir una escuela de carácter no confesional rara vez eran atendidas, ya que el control de la enseñanza seguía siendo favorable a la Iglesia que aumentaría su potencial educativo.

Aunque la figura del docente adquirió una gran importancia, sus sueldos eran bajos y había una gran desigualdad dentro del Cuerpo de Magisterio.


Personas que apoyaban al Dictadura propusieron un proyecto para recuperar la escuela primaria que consistía en la construcción de cinco mil escuelas. En 1927 se habían creado 2.800, pero faltaban 23.000 maestros para que cada sesenta niños tuvieran uno. Durante este periodo la inversión en educación subió un 58%, se construyeron ocho mil nuevas escuelas de primaria y la matricula escolar subió un 23%.

Otra de las preocupaciones de la Dictadura fue la lucha contra el analfabetismo, que obtuvo muy buenos resultados, ya que decreció hasta un 32%.

Por lo que respecta a la segunda enseñanza, no fue hasta 1926 cuando se comenzó a llevar a cabo una reforma. Una de las primeras necesidades era coordinar la enseñanzas primaria, la enseñanza secundaria y la universitaria.

El proyecto de Reforma diseñaba el bachillerato con un año de preparatorio, cuatro cursos para el bachillerato politécnico o general y dos años para el bachillarato universitario. La Religión pasaba a ser obligatoria, al igual que la Eduación Física.

Para evitar el abuso en los precios que cobraban los catedráticos de instituto por los textos que ellos mismos elaboraban y que imponían a sus alumnos, para el curso 1926-27 se establecía la utilización del texto único.

La enseñanza secundaria oficial abarcaba el 30% del total, el resto era enseñanza privada. Al final de la Dictadura se había pasado de 264 centros de sengunda enseñanza en el curso 1923-24 a 384 centros y las mujeres que accedieron a esta enseñanza pasaron de 7.302 a 10.507.

Para mejorar las condiciones de la vida universitaria se aprobó el Decreto de Restablecimiento del Patrimonio Universitario, la reorganización de los Colegios Mayores y el inicio en 1927 de la construcción de la Ciudad Universitaria de Madrid.

Con la entrada en la universidad de estudiantes de clase media, hubo unas diferencias de pensamiento con los estudiantes más tradicionales, lo que dio lugar a enfrentamientos y protestas, ante las que el Régimen reaccionó con una  fuerte represión. Primo de Rivera decretó el cierre de la Universidad, se llevaron a cabo detenciones de estudiantes, los rectores, decanos y directores fueron destituidos y se nombraron desde el Gobierno Comisarías Regias. Uno de los docentes que fue privado de su cátedra fue Miguel de Unamuno. Ramiro de Maeztu fue el único intelectual destacado que apoyaba al Régimen. En mayo de 1929 se restableció la vida académica, tras dar marcha atrás Primo de Rivera en la supresión de efectos económicos y administrativos que había puesto en marcha.

A pesar de todos estos hechos, el número de universitarios aumentó en un 30%, duplicándose la presencia femenina.

5º) El último apartado se refiero a las reformas para mejorar la situación de la mujer en España.

Las mujeres carecían de derechos políticos, pero a partir de la promulgación del Estatuto Municipal de 1924, se les otorgaba por primera vez el voto. Aunque sólo podrían hacerlo las mujeres cabezas de familia. Además podían ser elegidas concejales siempre que fueran mayores de veinticinco años.

En 1925 se promulgaba un Decreto-Ley sobre Organización y Administración Provincial, por el que se aprobaba el derecho de las mujeres para presentarse en las elecciones para las Diputaciones.

En 1926 se le reconoce a la mujer el derecho de poder intervenir y formar parte de las mesas electorales. En la Asamblea Nacional Consultiva abierta en 1927, había trece mujeres, la mayoría de ellas nombradas por destacar en sus profesiones.

El apoyo de Primo de Rivera a las mujeres abarcaba también el ámbito cultural. En 1927 se propone la candidatura del Concha Espina para ocupar un puesto en la Real Academia de la Lengua.

A pesar de todas las críticas que se puedan hacer a la Dictadura de Primo de Rivera por su visión paternalista a la hora de legislar, hay que decir que durante su mandato se introdujeron muchas mejoras, tanto en obras públicas, como en sanidad o en educación  además del gran avance que supusieron sus reformas para los derechos de la mujer.


ECONOMÍA

El principio fundamental de la política económica de la Dictadura sería el intervencionismo del Estado, con vistas al crecimiento de la economía nacional en una dirección proteccionista. El intervencionismo significaba la participación directa del Estado en la propiedad de los medios de producción y la actuación del sector público como garante de la estabilidad del mercado nacional para las empresas españolas y como facilitador de infraestructuras y de determinados elementos de producción básicos, por ejemplo los hidrocarburos, controlados gracias a la creación en 1927 del monopolio de importación y distribución de petróleo (CAMPSA).
En lo referente a infraestructuras, el Directorio civil emprendió un ambicioso plan de mejora de las carreteras existentes y construcción de otras nuevas, además de otras obras. El Estado, también, financió gran parte de la renovación de los ferrocarriles. Mención especial merece la creación de las confederaciones Hidrográficas en 1926 por el Conde de Guadalhorce, Ministro de Fomento, según el proyecto del ingeniero Lorenzo Pardo. En el caso de la Confederación del Ebro se aumentó la superficie regada en más del 50 por 100, planeándose además producir energía hidroeléctrica en un millón de kilowatios y repoblar más de un millón de hectáreas.
El sector público durante la época de la Dictadura concedió auxilios a diversas industrias, sin mostrar prevención contra la difusión de prácticas monopolísticas.

Entre 1922/1924 y 1928/1930, el PIB español, en pesetas constantes, creció a una tasa anual media del 2,4 por 100, claramente superior al ritmo de aumento de épocas precedentes. La renta per cápita, en el mismo período se incrementó un 1,3 por 100 cada año, también en pesetas constantes. Estas cifras desmienten el recurso a la economía para explicar el deterioro de la Dictadura, aunque es cierto que la política monetaria se encontró ante graves dificultades a finales del decenio de 1920, en su intento prioritario de defender el valor exterior de la peseta.


Los sectores que mayor contribución prestaron al crecimiento económico en la década de 1920 fueron la construcción, con una tasa anual media de incremento productivo del 5,4 por 100, entre 1922/1924 y 1928/1930, y la industria, con una tasa del 4,7 por 100, en el mismo período.
El esfuerzo desarrollado por ambos sectores resulta congruente con la orientación dada a la política de fomento en infraestructuras y al estímulo a las industrias básicas, como la siderurgia, que representó la demanda del sector público o de las compañías ferroviarias.
Preciso también es destacar el progreso de la exportaciones españolas, que aumentaron a un ritmo del 5,8 por 100 entre 1922/1924 y 1928/1930, frente al casi nulo incremento de las importaciones que sólo crecieron un 0,7 por 100 al año en dicho período. Sin embargo, la balanza comercial era deficitaria. La peseta mejoró su posición respecto a otras monedas a mediados del decenio de 1920, aunque luego experimentó un gradual deterioro hasta alcanzar un mínimo, en 1929, en el cambio con la libra esterlina y el dólar.

Aunque Calvo Sotelo pensó inscribir la moneda española dentro del sistema de patrón oro, una comisión de expertos nombrada para emitir un dictamen sobre dicha cuestión expresó su opinión contraria. A finales de 1928 Calvo Sotelo decidió seguir una política monetaria restrictiva, con subida de medio punto en el tipo de interés, acompañada por la intervención en el mercado de divisas en defensa de la peseta.
Durante la Dictadura se cerraron los presupuestos invariablemente con déficit, aunque fueron los resultados negativos generalmente superiores en la primera mitad del decenio a los de la segunda. En cualquier caso, el tamaño del déficit presupuestario, medido en relación con el Producto Interior, se redujo desde 1923 hasta 1929, sin superar nunca el 2,5 por 100.
La evolución de los precios durante los años de la Dictadura se caracterizó por una fuerte estabilidad hasta 1926. En los años del Directorio civil los precios tendieron a aumentar, siendo el índice de 1929 más de un 40 por 100 superior al de 1920. Precisamente esta tendencia alcista, junto con el persistente déficit de la balanza de comercio, es lo que hizo desistir a los inspiradores de la política monetaria del intento de adoptar el patrón oro.

Desde el punto de vista bancario el decenio de 1920 fue de consolidación de las grandes instituciones crediticias de banca mixta, cuyo peso específico dentro del sistema financiero aumentó considerablemente.
En España, los activos de la banca privada crecieron entre 1913 y 1929, a precios constantes, a una tasa del 7,3 por 100 cuando en el conjunto europeo lo hicieron al 3,l por 100. No obstante, hubo movimientos de tensión como en 1925, cuando quebró el Crédito de la Unión Minera, con dificultades en otros bancos menores, lo que ocasionó una conmoción no experimentada desde 1922, cuando suspendió pagos el Banco de Barcelona.

Los primeros años de la Dictadura de Primo de Rivera fueron de una cierta estabilidad en los cambios en general, vistos de una forma global, ya que si tuvieron un razonable crecimiento la renta y la cotización de las compañías industriales, la mala situación de los ferrocarriles y los problemas de ciertos bancos, hacen que el índice, que representa el conjunto de los valores, permanezca sustancialmente estable.
A partir de 1926, el Directorio Civil da un impulso extraordinario a la economía a través un empuje colosal a las obras públicas, que fueron financiadas con emisiones cuantiosas de deuda pública.
Por otra parte, la labor del Consejo Superior Bancario, los apoyos de liquidez del Banco de España y la razonable evolución económica dieron gran solidez a las empresas bancarias.

Las empresas ferroviarias, por su parte, vieron como el Estado se hacía cargo de una parte sustancial de su deuda -1.300 millones- Este aligeramiento de cargas permitió a los valores ferroviarios retomar el camino del alza, desde los niveles de "bajo par" del principio de los veinte. Además, la utilización de la energía eléctrica creció de manera exponencial durante este decenio, y las empresas productoras se beneficiaron de ello. Todos estos factores unidos, mejora de sectores clave e impulso de la economía por el Directorio Civil, dio lugar al "boom" de cotizaciones del trienio 27-29.
Durante los años veinte de la Bolsa de Madrid se hizo definitivamente una Bolsa industrial, en la que el peso de las acciones fue ya claramente mayor que el de las obligaciones y Deuda Pública.
Pero sin duda los valores más importantes que se introdujeron en Bolsa fueron la Compañía Telefónica y CAMPSA, que comenzaron a cotizar al final del decenio, 1929 y 1928 respectivamente.

A finales de 1929 tuvo lugar el famosísimo “crash de Wall Street” sin apenas repercusión en la Bolsa de Madrid, prácticamente estabilizada a niveles muy altos desde hacía más de un año.
La política expansiva del Directorio Civil chocaba con la contracción monetaria exterior, provocada por la implementación del patrón oro en los principales países, y la peseta se devaluó seriamente en 1929 y 1930. Por otra parte, la fortaleza política de la Dictadura se tambaleaba y ambos factores influyeron en el comportamiento de los cambios bursátiles, que ya no dejaron de caer, aunque todavía suavemente, hasta 1931. Las empresas cotizadas siguieron aumentando hasta llegar a 182 en 1930, de las que 47 eran eléctricas, 20 de ferrocarriles y 75 industriales y de servicios.




CULTURA

Durante la Dictadura de Primo de Rivera concurren 3 generaciones:
 -La del 98: Unamuno, Valle Inclán, Pío Baroja, Azorín, Ramiro de Maeztu, Antonio Machado, Blasco Ibáñez, etc.
 -La del 13: Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez, Eugenio D’Ors, Wenceslao Fernández Flórez,  Gregorio Marañón, Picasso, etc
  -La del 27: Pedro Salina, Joan Miró, García Lorca, Jorge Guillén, Rosales, Buñuel, Dalí, etc.
Los escritores escribían tanto en prensa como libros y muchos tuvieron que enfrentarse al Negociado de Información y Censura, de ahí que se opusieran al Régimen.
Uno de los opositores más célebre fue Blasco Ibáñez, que vivía exiliado. Algunas de sus novelas se convirtieron en películas en Hollywood.
 Unamuno también fue expatriado, el día que salió de Salamanca, todos los comercios cerraron en señal de duelo.
  Son conocidos también los rifirrafes entre Valle Inclán y Primo de Rivera: éste último definió al primero como “eximio escritor y extravagante ciudadano”. Se le impuso una multa de 250 pts. y Valle Inclán no quiso pagar, por lo que se le metió 15 días en la cárcel.
 Primo de Rivera creó su propio diario, La Nación.

 En los cafés se reunían los intelectuales, y circulan las “Hojas libres” criticando al Dictador y a su política. Pero D. Miguel no tenía pelos en la lengua y contestaba a cada una de esas acusaciones en sus célebre “notas oficiosas”.
En 1923 se crea la Revista de Occidente por Ortega y Gasset
Se va gestando en la Residencia de Estudiantes la Generación del 27. En la Residencia se reunían a estudiantes-intelectuales y a profesores, al estilo de los colleges ingleses, donde además de cursos, laboratorios, clases, etc. se realizaban otras actividades culturales. Allí se creó el Comité de cultura Hispano-Inglés, gracias a la aportación económica del Duque de Alba.
Durante el Directorio militar se destituye al Patronato de la Residencia y se nombra a otro nuevo.
En la Residencia dieron conferencias: Einstein, Chesterton, Paul Valery, etc.
Colegiales de la Residencia fueron: García Lorca, Dalí, Buñuel, Pepín Bello, etc.

En 1924 se clausura el Ateneo por sus actividades contra la Dictadura
En 1925 se publica el primer Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia
La novela rosa está en pleno apogeo con títulos como La muchacha que se declaró, Abandonada en el arroyo, etc.
Se homenajea a Santiago Rusiñol en Sitges.
Es la época de los vanguardismos artísticos: subrrealismo, cubismo, dadaísmo, futurismo, etc.
En 1927 el Premio Nacional de Literatura se reparte entre Concha Espina, Pérez de Ayala y Fernández Flórez.
En 1928 se crea en Cataluña el premio Joan Creixells para la novela catalana.
En 1929 se clausura la Universidad de Madrid, los catedráticos hacen causa común con los estudiantes: se dan de baja a los catedráticos Ortega y Gasset, Fernando de los Ríos, Jiménez de Asúa, Sánchez Román y García Valdecasas.

CONCLUSIÓN
La dictadura de Primo de Rivera esta llena de luces y de sombras, ya que por un lado se consiguió modernizar España desde el punto de vista económico y se consiguió la paz social (gracias al apoyo de UGT y del PSOE), pero por otro se restringieron las libertades políticas y hubo represión ante la disidencia.

Miguel Primo de Rivera fue un dictador “sui generis” que nunca tuvo intención de perpetuarse en el poder y que dimitió en el momento en el que no se sintió apoyado.




  Referencias bibliográficas

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Perfecto García, Miguel Ángel. “La dictadura de Primo de Rivera: 60 años después”. Studia Historica-Historia Contemporánea (1983), 1, pp. 223-226.
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Tusell, J. Radiografía de un golpe de Estado. El ascenso al poder del general Primo de Rivera, Madrid, 1987. 
Vila San Juan, José L. La vida cotidiana durante la Dictadura de Primo de Rivera. Barcelona: Argos Vergara, 1984.

TRABAJO DE FIN DE CURSO: Mª Belén Holgado Cristeto, Miguel Pereiro Expósito, Cesar Antonio Amaris Malo, y Sergio Carazo Molina