Descripción
Nos
encontramos en 1560, los Países Bajos, compuestos por 17 provincias federadas que
tenía una boyante burguesía, se encuentran bajo la regencia de Margarita de
Parma, hermana bastarda de Felipe II.
Felipe
II es considerado un rey extranjero, ni siquiera es capaz de
pronunciar su discurso ante los Estados Generales en el idioma de la tierra, y hubo
de dejarlo a cargo de Granvela.
Ciertos nobles, comerciantes y marinos se sienten discriminados por
los españoles, la regente les llama “limosneros”, y ellos se autoproclaman,
irónicamente, “mendigos”.
El calvinismo, muy acorde con el capitalismo, adquiere un gran
predicamento entre los burgueses y comerciantes de la zona norte, que se
resistían a pagar los impuestos a la corona.
La
guerra
En 1566 la pequeña nobleza presenta
a la regente el Compromiso de Breda para que la Inquisición fuera abolida.
En verano del mismo año se producen
disturbios cuando los calvinistas asaltan iglesias y destruyen imágenes, así
que Felipe II decide enviar al duque de Alba para reprimir a los rebeldes. Pero
antes de que llegue, la regente consigue apaciguar la zona y envía mensaje a su
hermanastro para decirle que no es necesaria la presencia del Duque de Alba.
El gobernador de Brabante y Artois, Conde Egmont, general católico
flamenco al servicio de Felipe II que había ayudado a derrotar a los franceses
en la Batalla de San Quintín, viaja a Madrid para
convencer a Felipe II de que debe ser más tolerante con los protestantes, pero
fracasa.
El Duque de Alba a pesar de la solicitud de la regente, crea el Tribunal
de los Tumultos (o de la sangre, según los flamencos) cita a los nobles flamencos con la excusa de
informarles sobre las órdenes del rey, entonces detiene al general Egmont y a Horn y los decapita en la Gran Plaza de Bruselas junto a algunos hugonotes.
El príncipe Guillermo de Orange financia desde Alemania a los
llamados “Mendigos del mar”, mercenarios alemanes y, en 1568 estalla la que se
ha denominado “La Guerra de 80 Años”, cuyo inicio tiene lugar en la batalla de
Heiligerlee (Holanda), en la que las tropas de Luis de Nassau, hermano de
Guillermo de Orange, vencen a las tropas españolas.
Batalla
de Heiligerlee
Durante los años siguientes
Luis de Requesens, Juan de Austria y Alejandro Farnesio fracasan en el
intento de mantener Flandes bajo dominio español.
Cuando Felipe II muere, deja como herederos de los Países Bajos a su hija Isabel Clara
Eugenia y a Alberto de Austria, aunque se limitaba al
sur católico, (actual Bélgica).
Felipe III firma en 1609 la Tregua de los Doce años con los holandeses.
En 1639 se produce la derrota de la armada española en
la batalla de las Dunas.
Geoffrey Parker escribe que “El no haber conseguido mantener una
flota en el mar del Norte fue decisivo para los intentos españoles de dominar
la rebelión de las provincias marítimas de los Países Bajos, ya que en el
transcurso del siglo XVI diversos cambios e innovaciones profundas en la
organización militar de Europa y en los métodos militares hicieron que fuera
cada vez más difícil la victoria por tierra. En particular, resultó casi
imposible la victoria rápida por tierra: para conseguir una victoria completa
podían necesitarse años, tal vez décadas. Como declaraba en 1577 Alonso
Gutiérrez, consejero naval de Felipe II, sin una flota en los Países Bajos
podía tardarse cincuenta años en reducir a los «rebeldes»”
En 1643 Felipe IV ordena a Francisco
de Galarreta que inicie las conversaciones de paz. En 1648 se firma el tratado de Münster entre España y las Provincias
Unidas, este era una parte de la Paz de Westfalia que ponía fin a la Guerra de
los Treinta Años, en el que se reconoce la independencia de las Provincias
Unidas.
La monarquía hispánica deja de ser una potencia hegemónica y Holanda se convierte en potencia internacional.
Conclusiones
Las causas principales que provocaron la guerra fueron:
1º.- Políticas: Felipe II era considerado por los flamencos
como un rey extranjero.
2º.- Económicas: la guerra entre Suecia y Dinamarca cerró las importaciones
de trigo del Báltico, provocando carestía de los alimentos. Los calvinistas
aprovecharon la crisis para criticar el lujo de la Iglesia.
Además la corona tuvo que pagar al ejército que combatía a los corsarios
ingleses, por los que el Duque de Alba tuvo que recaudar impuestos para sufragar a los Tercios de Flandes.
3º.- Religiosas: defensa del calivinismo por los sublevados frente a los
decretos tridentinos de Felipe II.
Las
clases dominantes y la nobleza flamenca se opusieron a que los 3 grandes
obispados se reorganizaran en 17 más pequeños.
4º.-
Sociales: malestar creado por la represión llevada a cabo por el Duque de Alba.
Según
la mayoría de los historiadores las causas del desastre bélico español se debieron a la ruina financiera de la Monarquía, la crisis demográfica (ante las
epidemias que asolaron los territorios peninsulares e italianos), y a la
adversa coyuntura económica, a esto se
opone Fernando González de León, según su tesis, los
oficiales hispanos fueron los que llevaron a sus hombres al desastre, por ser
incapaces de poder hacer frente a los más preparados y altamente
capacitados oficiales que estaban en servicio en los ejércitos rivales, ya que
Felipe II comenzó a asignar los altos cargos a los herederos de las grandes
familias tituladas de Castilla, así como las nefastas elecciones del archiduque
Alberto, que promovió a toda una serie de jóvenes adolescentes solo para poder
complacer a sus ilustres padres, lo que provocó un
fuerte resentimiento entre los profesionales, que se veían injustamente
relegados de los puestos de mando, obligándolos en varias ocasiones a dejar el
servicio, privando al ejército de gran parte de sus hombres más expertos y
hábiles. Esta teoría adolece de rigor, ya que, según Davide Maffi, González de León no indagó suficientemente en
los archivos militares españoles ni en el archivo de Simancas.
Referencias bibliográficas
- Crespo Solana, Ana y Herrero Sánchez, Manuel (coor) . España y las 17 provincias de los Países Bajos: una revisión historiográfica (XVI-XVIII), Vol. 1, Córdoba: Universidad de Córdoba: 2002 pp. 3-14.
-Domínguez Ortiz. “El Antiguo Régimen: Los Reyes Católicos y los Austrias” en Historia de España (Dir. Miguel Artola). Madrid: Alianza Editorial, 1999, pp. 88-95.
-Fernández Álvarez, Manuel. “La cuestión de Flandes (siglos XVI y XVII)”. Studia historica. Historia moderna, 4, (1986), pp. 7-16.
-González de León, Fernando. The Road to Rocroi. Class, Culture and Command in the Spanish Army of Flanders, 1567-1659, Leiden-Boston: Brill, 2009.
-Menéndez Pidal, Ramón. “España en tiempo de Felipe II” en Historia de España. Tomo XIX, Vol. 1. pp. 705-811. Vol. 2, pp 397- 432. Madrid: Espasa-Calpe, 1958,
-Parker, Geoffrey. El ejército de Flandes y El Camino Español 1567-1659: La logística de la victoria y derrota de España en las guerras de los Países Bajos. Madrid: Alianza Editorial, 2000.
AUTOR: MIGUEL PEREIRO
Referencias bibliográficas
- Crespo Solana, Ana y Herrero Sánchez, Manuel (coor) . España y las 17 provincias de los Países Bajos: una revisión historiográfica (XVI-XVIII), Vol. 1, Córdoba: Universidad de Córdoba: 2002 pp. 3-14.
-Domínguez Ortiz. “El Antiguo Régimen: Los Reyes Católicos y los Austrias” en Historia de España (Dir. Miguel Artola). Madrid: Alianza Editorial, 1999, pp. 88-95.
-Fernández Álvarez, Manuel. “La cuestión de Flandes (siglos XVI y XVII)”. Studia historica. Historia moderna, 4, (1986), pp. 7-16.
-González de León, Fernando. The Road to Rocroi. Class, Culture and Command in the Spanish Army of Flanders, 1567-1659, Leiden-Boston: Brill, 2009.
-Menéndez Pidal, Ramón. “España en tiempo de Felipe II” en Historia de España. Tomo XIX, Vol. 1. pp. 705-811. Vol. 2, pp 397- 432. Madrid: Espasa-Calpe, 1958,
-Parker, Geoffrey. El ejército de Flandes y El Camino Español 1567-1659: La logística de la victoria y derrota de España en las guerras de los Países Bajos. Madrid: Alianza Editorial, 2000.
AUTOR: MIGUEL PEREIRO